domingo, 5 de julio de 2015

Ejercicio de diseño ontológico: Paradojas visuales.

OBJETOS ENFRENTADOS:
Ya de entrada, el nombre de este ejercicio revela la intención primaria que debe resultar con cada uno de los fotomontajes, generando una sorpresa en la conciencia del espectador. Este efecto se lograr debido a la ruptura con la expectativa creada en cada objeto por su uso cotidiano. Es decir, se rompe de alguna manera, con esa conformidad que hemos preestablecido sobre útiles que en su contexto habitual, tienen una significatividad ya concretada por la experiencia en el uso habitual. A estos recursos tan extendidos en el diseño, los conocemos como paradojas visuales.
Para empezar, podemos seguir un paso directo, sirviéndonos de objetos con funciones intrínsecamente contrarias. Es decir, creando una ruptura con su conformidad y significatividad, para darle al diseño definitivo un enfoque que difiera en su función intrínseca establecida.  Es por tanto que la intención principal del resultado ha sido inutilizar a cada uno de los componentes que forman el útil, mediante la composición de un nuevo objeto que resulte paradójico en todos sus aspectos. En pocas palabras, que ninguno de los objetos utilizados para dicha composición pueden servir para nada en ningún modo y manera. Nos valemos de esta forma de objetos que conforman un mismo ámbito, como por ejemplo una regadera que desempeña la función de suministrar agua y su contrario en función sería la sierra, que usada en el mismo modo que utilizamos una regadera, desemboca probablemente en un resultado contradictorio a nuestras intenciones. Otro objeto que desempeñe este mismo ejemplo, y por tanto se agrupa en este  punto del ejercicio, sería una taza modificada, utilizando las partes esenciales de un colador. Con ello obtenemos un útil que debería ser un contenedor de líquidos combinada a su contrarío que es un excluyente de dicho elemento. También, tenemos el sillón que en su esencia intrínseca por ofrecer confort o desempeñar actividades completamente pasivas, se contradice al combinarlo con una bicicleta, pues su uso como complemento en actividades deportivas es totalmente activo. 
  



Otro paso que también podemos seguir al diseñar este tipo de paradojas visuales, nos obliga a profundizar un poco más en el estudio de la funcionalidad ontológica de cada útil, aunando por ejemplo, objetos que simplemente se obstaculicen en su significatividad pero no se contradigan en su conformidad cotidiana. Es el caso por ejemplo del martillo y el destornillador, pues la función de ambos sería unir piezas en un contexto de útiles de herramientas. Sin embargo, la forma esencial del martillo tan solo nos permite unir dichas piezas al martillear, mientras que la función esencial del destornillador es la de atornillar esas mismas piezas. Como se puede ver en este caso el sentido de ambos útiles es el mismo pero el desempeño de su función queda relegado a un modo esencial que impide de forma rotunda, unir ambos objetos para servirnos de un diseño funcional  y práctico. Para este nuevo subgrupo del ejercicio, también podemos encontrar el caso de la avioneta helicóptero que por el modo esencial de su desarrollo en el vuelo nos impide conjugar un aparato de vuelo en el que ambas máquinas fusionen su significatividad. Y por último y más complejo, un instrumento musical y “multi-disfuncional”. Este objeto, no-útil de entrada, suma en un contexto musical las necesidades de cuatro instrumentos: dos de aire (saxofón y trombón), uno de percusión (tambor) y uno de cuerda (guitarra eléctrica). Todos estos instrumentos se unen  en un mismo objeto, obstaculizando el desempeño de cada instrumento.          
   



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