lunes, 13 de julio de 2015

Ejercicio de diseño ontológico: Paráfrasis visual.

METÁFORA DE LA METÁFORA:
Una vez más, me valgo de un ejercicio a partir de fotomontajes, para combinar objetos como en un collage solo que en esta ocasión el sentido principal de esta nueva actividad es más bien diferente. Para esta ocasión las composiciones quieren ser, por su expresión intrínseca al combinar cada objeto, una traducción visual de lo que ya es en sí una metáfora o expresión metafórica en un contexto habitual. Para ello debemos tener en cuenta, algunas de las palabras compuestas tan repetidas en cualquier lengua normada. El uso de estas paráfrasis es destacado, dotando de una mayor profundidad y riqueza al ya extenso vocabulario, puesto que este tipo de metáforas han sido destinadas a hacer un marcado énfasis en su contenido semántico, es decir, con cada palabra que la compone. Un ejemplo de estas expresiones, es llamar “música independiente” a lo que se podría catalogar como un derivado musical que evita, como tónica habitual, cualquier referente a la música comercial. Es decir, al hablar de música sabemos que nos referimos a cualquier tipo de música, y sin embargo al acompañarla del adjetivo “independiente”, dotamos de un calificativo que excluye a todo tipo de música que no busque determinadas características, como pueden ser: temas no comerciales, formas de producción y distribución alternativas, etc.
A partir de este precepto de la gramática tan extendido en la actualidad por los medios y tecnicismos laborales, he buscado una serie de imágenes que definan de una forma equivalente y metafórica los rasgos interpretativos que damos al sentido de dichas expresiones. Estas imágenes se transforman al mismo tiempo en metáforas de estas expresiones, parafraseando visualmente la esencia intrínseca en un nuevo sentido deconstructivo. Es decir, que en un sentido ontológico y con cada diseño, se busca la analogía de su énfasis semántico mediante la composición del fotomontaje. El primer ejemplo, enmarca la palabra “best-seller” que traducido literalmente forma la expresión castellana, “éxito de ventas”. Haciendo acopio de esta traducción prosaica utilizamos para este ejemplo un libro que por el contenido de sus hojas, nos aseguramos de que su venta será un marcado éxito de forma superlativa. Además de este, otros ejemplos que hacen acopio de expresiones técnicas en otros sectores, podemos utilizar la expresión “economía sumergida”. Cuando oímos esta expresión, todos pensamos en dinero no contabilizado fiscalmente y por tanto, un cálculo económico que circula de forma que podríamos denominar “sub-latente” al caudal económico oficia. Por tanto,  concluimos un fotomontaje que metafóricamente expresa el sentido óntico de la expresión tras combinarlos, parafraseando a la expresión, unas gafas de submarinismo combinadas con un ábaco. Y ya por último tenemos la expresión “software libre” con la que comprendemos que hacemos referencia, en un ámbito informático, a aquellos programas de un tipo de acceso específico, representado en su énfasis calificativo “libre” la caracterización específica de dicho software. Por consiguiente, sumamos dos objetos representativos de cada palabra que componen el tecnicismo y concluimos un fotomontaje que metafóricamente expresa el sentido óntico de la expresión tras combinarlos, un portátil junto con una ventana abierta. 

      


Otros ejemplos diferentes, pueden ser expresiones más complejas y de mayor calado filosófico, como “dualismo cartesiano”, para la cual se debe escoger útiles que sumados, parafrasearían visualmente la res extensa y la res cogitans que divide el clásico dilema epistémico. De forma metafórica podemos utilizar la cruz de piedra que define la significatividad de una lápida, como la res extensa del útil y su simbología óntica. Por contra, no es sino la electricidad, de las supuestas lámparas que iluminan este diseño, la que circula por su interior de forma viva y práctica, gracias a sus interruptores, como si se tratase de la res cogitan, intangente. Ya por último, tenemos otra expresión clásica como “tempus fugi”, con la que resumimos de manera popular la brevedad del tiempo y que podemos traducir de forma literal como “el tiempo se escapa”, es decir,  es breve o pasajero. Es por tanto, dicha cualidad del tiempo la que queda retratada de una manera metafórica en el fotomontaje, como un tiempo que se consume al igual que lo hiciera una vela.


domingo, 5 de julio de 2015

Ejercicio de diseño ontológico: Paradojas visuales.

OBJETOS ENFRENTADOS:
Ya de entrada, el nombre de este ejercicio revela la intención primaria que debe resultar con cada uno de los fotomontajes, generando una sorpresa en la conciencia del espectador. Este efecto se lograr debido a la ruptura con la expectativa creada en cada objeto por su uso cotidiano. Es decir, se rompe de alguna manera, con esa conformidad que hemos preestablecido sobre útiles que en su contexto habitual, tienen una significatividad ya concretada por la experiencia en el uso habitual. A estos recursos tan extendidos en el diseño, los conocemos como paradojas visuales.
Para empezar, podemos seguir un paso directo, sirviéndonos de objetos con funciones intrínsecamente contrarias. Es decir, creando una ruptura con su conformidad y significatividad, para darle al diseño definitivo un enfoque que difiera en su función intrínseca establecida.  Es por tanto que la intención principal del resultado ha sido inutilizar a cada uno de los componentes que forman el útil, mediante la composición de un nuevo objeto que resulte paradójico en todos sus aspectos. En pocas palabras, que ninguno de los objetos utilizados para dicha composición pueden servir para nada en ningún modo y manera. Nos valemos de esta forma de objetos que conforman un mismo ámbito, como por ejemplo una regadera que desempeña la función de suministrar agua y su contrario en función sería la sierra, que usada en el mismo modo que utilizamos una regadera, desemboca probablemente en un resultado contradictorio a nuestras intenciones. Otro objeto que desempeñe este mismo ejemplo, y por tanto se agrupa en este  punto del ejercicio, sería una taza modificada, utilizando las partes esenciales de un colador. Con ello obtenemos un útil que debería ser un contenedor de líquidos combinada a su contrarío que es un excluyente de dicho elemento. También, tenemos el sillón que en su esencia intrínseca por ofrecer confort o desempeñar actividades completamente pasivas, se contradice al combinarlo con una bicicleta, pues su uso como complemento en actividades deportivas es totalmente activo. 
  



Otro paso que también podemos seguir al diseñar este tipo de paradojas visuales, nos obliga a profundizar un poco más en el estudio de la funcionalidad ontológica de cada útil, aunando por ejemplo, objetos que simplemente se obstaculicen en su significatividad pero no se contradigan en su conformidad cotidiana. Es el caso por ejemplo del martillo y el destornillador, pues la función de ambos sería unir piezas en un contexto de útiles de herramientas. Sin embargo, la forma esencial del martillo tan solo nos permite unir dichas piezas al martillear, mientras que la función esencial del destornillador es la de atornillar esas mismas piezas. Como se puede ver en este caso el sentido de ambos útiles es el mismo pero el desempeño de su función queda relegado a un modo esencial que impide de forma rotunda, unir ambos objetos para servirnos de un diseño funcional  y práctico. Para este nuevo subgrupo del ejercicio, también podemos encontrar el caso de la avioneta helicóptero que por el modo esencial de su desarrollo en el vuelo nos impide conjugar un aparato de vuelo en el que ambas máquinas fusionen su significatividad. Y por último y más complejo, un instrumento musical y “multi-disfuncional”. Este objeto, no-útil de entrada, suma en un contexto musical las necesidades de cuatro instrumentos: dos de aire (saxofón y trombón), uno de percusión (tambor) y uno de cuerda (guitarra eléctrica). Todos estos instrumentos se unen  en un mismo objeto, obstaculizando el desempeño de cada instrumento.